El fiscal general de EE.UU., William Barr, presentó cargos formales de narcoterrorismo, tráfico de armas y corrupción contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Las acusaciones también están dirigidas contra 13 altos funcionarios de Venezuela, como el presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Maikel Moreno; el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López; el titular de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello; y el ministro de Industria y Producción, Tareck El Aissami. En la lista también constan el general (retirado) Hugo Carvajal Barrios, exdirector de la Dirección de Inteligencia Militar de Venezuela (DGCIM); y Clíver Alcalá Cordones, General Mayor (retirado) del Ejército de Venezuela.
A la par de esta acusaciones, el Departamento de Estado difundió un comunicado del secretario de Estado, Mike Pompeo, en el que se ofrece una recompensa de 15 millones de dólares por información que lleve al arresto o procesamiento de Maduro; mientras que dan 10 millones de dólares por Alcalá, Cabello, Carvajal y El Aissami.
Pdte. Maduro: ¡Prepárense para la furia bolivariana!
El presidente Maduro denunció la nueva arremetida contra Venezuela en medio de la lucha contra el Covid-19, que intenta desviar la atención de la comunidad internacional ante la crisis sanitaria que enfrenta actualmente EE.UU, al convertirse en el mayor país de contagiados por la pandemia.
“Me acusan de tener relaciones con la Farc (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y desde Venezuela construimos junto a Colombia los acuerdo de paz reconocidos públicamente en todo los documentos oficiales, reconocidos por el Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas)”, aseveró.
Venezuela tiene el récord de combate contra el narcotráfico en los últimos 15 años, aseguró el mandatario.
“¿Nos van a acusar de terroristas los terroristas del mundo, los que bombardean pueblos? Si algo he hecho es combatir las mafias, nuestra vida ha sido la lucha política y social”, afirmó.
Pidió que se prepare en las próximas 48 horas un canal de diálogo con la oposición venezolana.
«Quiero diálogo. En las circunstancias que sea y a pesar de que ustedes quieran matarme. Sí, ustedes que sé que me están escuchando».
Al momento de referirse a los planes que se erigen desde territorio colombiano para asaltar el poder en Venezuela, el mandatario aseguró que su país quiere paz, “somos demócratas y estamos dispuestos a convivir y a respetarnos”, más sin embargo enfatizó que “por las malas, en nuestras fronteras y más allá de nuestras fronteras. ¡Oligarquía colombiana no toquen al pueblo de Bolívar!, sabemos combatir con todas las formas de lucha”.
“Venezuela tiene planes para todos los escenarios y si un día el imperialismo y la oligarquía colombiana se atreviera a tocarnos, ¡Prepárense para la furia bolivariana de un pueblo que arrasaría con todos ustedes!”.
Colombia, un «narcogobierno miserable sometido a EE.UU»
El gobierno de Colombia emitió un comunicado en el que califica las decisiones tomadas por EE.UU como «un anuncio determinante en la lucha internacional contra el narcotráfico y el terrorismo». El ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, calificó dicho comunicado como una acción de «un narcogobierno miserable, sometido y asociado con Estados Unidos».
“Este comunicado solo puede ser emitido por un narcogobierno miserable, sometido y asociado con EEUU en el más lucrativo y perverso negocio mundial de producción y distribución de drogas, que matan y esclavizan a millones de jóvenes en Estados Unidos”, expresó el diplomático venezolano a través de su cuenta en Twitter @jaarreaza.
Este comunicado sólo puede ser emitido por un Narcogobierno MISERABLE, sometido y asociado con EEUU en el más lucrativo y perverso negocio mundial de producción y distribución de drogas, que matan y esclavizan a millones de jóvenes en Estados Unidos.https://t.co/mewqUgh02O
— Jorge Arreaza M (@jaarreaza) March 26, 2020
Asimismo, el canciller Arreaza denunció que ambos países, -Colombia y Estados Unidos- están en un lucrativo y perverso negocio a escala mundial, como lo es la producción y distribución de drogas, que deja un saldo de millones de jóvenes muertos y esclavizados.